Nueva publicación
Jaime Carrasco y Gail Preston, investigadores del CTICH y la Universidad de Oxford en Reino Unido, acaban de publicar una Minireview acerca del papel fundamental que ejercen distintas bacterias en el cultivo de hongos comestibles: «Growing edible mushrooms: a conversation between bacteria and fungi» («Cultivando hongos comestibles: una conversación entre bacterias y hongos»). El artículo hace una revisión literaria acerca de las recientes publicaciones sobre este tema con el objetivo de ofrecer una herramienta útil tanto a la comunidad científica como a la industria que puede derivar en mejoras de la calidad del compost, reducción del ciclo de cultivo, aumentos de producción y un control eficiente de micoparásitos del cultivo, tales como la mole seca (Lecanicillium fungicola). Este relevante artículo ha sido publicado en la revista internacional «Environmental Microbiology» (revista con alto índice de impacto: IF(2018)= 5.147), y viene a poner de relieve el esfuerzo de los investigadores del CTICH por la internacionalización y el servicio al sector productivo de hongos comestibles de La Rioja, representado por ASOCHAMP.
El proyecto que ha dado lugar a este artículo ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, en la convocatoria Marie Sklodowska-Curie grant agreement no. 742966.
RESUMEN
El cultivo de hongos consiste en el desarrollo y fructificación de diferentes especies de hongos en suelo o sustratos selectivos que proporcionan nutrientes y soporte para el cultivo. Los microorganismos presentes en estos ambientes influyen fuertemente, y en algunos casos son necesarios para el crecimiento y fructificación de los hongos cultivados. Algunos hongos como las trufas y las morchellas forman asociaciones ectomicorrízicas con las plantas hospederas. Para estos hongos, las bacterias auxiliares juegan un papel importante en el establecimiento de simbiosis fúngicas. Lo procesos selectivos que actúan sobre la microbiota presente en sustratos y suelos determinan la composición de la microbiota que habita en los cuerpos fructíferos o que interactúa con las hifas fúngicas, y ambos configuran el holobionte del hongo, entendido como el organismos conformado por el hongo más los microorganismos asociados. Aquí revisamos el conocimiento actual sobre la conversación cruzada entre bacterias y hongos durante el cultivo de hongos. Destacamos el uso potencial de los bioinoculantes como enmiendas agronómicas para aumentar la productividad de los hongos a través de la promoción del crecimiento o como agentes de biocontrol para controlar plagas y enfermedades.
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